martes, 8 de marzo de 2011

EL fin del gobierno controlar las divisas, según último informe de Ecoanalítica


En su más reciente informe económico la consultora Ecoanalítica desglosa los factores que motivaron el control de cambio en Venezuela en 2003, luego del paro petrolero. Estas causas ya no aparecen en el escenario nacional, pero el Gobierno insiste en mantener el control de cambio.
Los factores que motivaron el control de cambio en Venezuela, en el 2003, no están presentes en la actualidad, por lo cual la aplicación de la medida resulta completamente errada. No obstante, la cristalización del proyecto socialista emprendido por el mandatario nacional, Hugo Chávez Frías, justifica la vigencia de esta política, de acuerdo con la consultora Ecoanalítica. En su último informe económico, la firma señala que a pesar de las consecuencias, “en algunos países del mundo siguen existiendo controles de cambio como medida de emergencia para evitar una crisis de balanza de pagos. Bajo este argumento, la implementación de Cadivi en 2003 podría resultar válida, más su actual uso no puede justificarse desde el punto de vista económico”.
Ecoanalítica asegura que una vez superado el período de crisis del paro petrolero, “los niveles de reservas internacionales eran adecuados como para levantar el control cambiario y, además, tenían una fuerte tendencia ascendente debido a que comenzaba el boom petrolero que sólo presentó una pausa con la crisis financiera de mediados de 2008”.
En la actualidad, lo que realmente justifica el control de cambio es el manejo del Ejecutivo sobre los sectores prioritarios de la economía venezolana a través del acceso a las divisas.
La consultora indica que con el anclaje cambiario, “el Gobierno tiene el poder de controlar, limitar y dirigir al sector privado, ya que tiene la capacidad de decidir arbitrariamente quiénes obtienen divisas, en qué cantidad y a qué tasa. De esta manera, restringe o promueve a su antojo el crecimiento por sectores de la economía”.
Como una alternativa a las expropiaciones, que también han sido utilizadas por el Ejecutivo como método de intervención en cada vez más empresas privadas, “el control de cambio es una herramienta poderosa para lograr este fin de una manera más indirecta y que genera mucho menos ruido político. No sólo controla a quién, cuánto y a cuánto entregar, sino que además el sector público puede competir con el sector privado con claras ventajas cambiarias, ya que puede disponer prácticamente de las divisas que desee al tipo de cambio más bajo disponible en la economía”.
Control limitante
La consultora explicó en su informe semanal que el control de cambio limita la capacidad de adquirir bienes y afecta la distribución de la renta petrolera. Indica, en detalle, que el anclaje restringe la capacidad de poseer “un portafolio balanceado de activos locales y externos, es decir, como venezolano no puedo decidir vender mis bienes y comprar divisas con bolívares de manera legal”.
En lo que respecta a la distribución de la renta petrolera, indica que “sólo aquellos pocos que saben cómo hacerlo pueden aprovecharse de las distorsiones cambiarias para incrementar su riqueza; y estos no son precisamente los emprendedores de las clases sociales más bajas.
Además, sólo la clase media y alta (quienes poseen tarjetas de crédito) pueden acceder directamente al subsidio cambiario de Cadivi para viajar al exterior y realizar compras en otros países a través de internet”.
Además, sólo los que tienen cuentas bancarias en el exterior pueden acceder a las divisas que ofrece el Sitme e invertir en las emisiones de bonos de Pdvsa y la República.
“Medida necesaria”
La génesis del control de cambio fue el paro petrolero de abril de 2002. De acuerdo con el portal web de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), “las consecuencias de estas acciones adversas al interés nacional causaron un impacto inmediato, que se tradujo en: disminución de las reservas internacionales y de los ingresos petroleros, merma en los aportes al fisco, desestabilización del valor externo de la moneda, incertidumbre, inversión para atender la contingencia ocasionada por el desabastecimiento de combustible y algunos rubros alimenticios de primera necesidad, entre otros”.
“La economía venezolana fue golpeada duramente y estaba al borde de un colapso comenzando el 2003, año en el que precisamente de acuerdo con las proyecciones macro-económicas, se lograría la consolidación de programas sociales destinados a mejorar la calidad de vida de toda la población”, indica el ente.
Transcurridos más de ocho años de la coyuntura, la medida sigue vigente, pese a que Cadivi señala expresamente en su página web que se “mantendrá hasta que los efectos perniciosos causados a la economía nacional, desaparezcan y se dé paso al crecimiento sostenido que se intentó frustrar”.
¿Qué puede ocasionar el control de cambios?
- De acuerdo con la página web de Cadivi, el control cambiario deriva de situaciones de alta inestabilidad que amenacen la seguridad económica de una nación, “siendo algunas de ellas: una fuerte pérdida de reservas internacionales; una aceleración de la devaluación de la moneda nacional, producto de una precipitada salida de capitales y de movimientos especulativos; una crisis bancaria o financiera; una situación de conmoción política y social que amenace la estabilidad del país, como por ejemplo una declaratoria de guerra”.
En diversas oportunidades, el Ejecutivo ha descartado estas situaciones en la actualidad, recalcando la estabilidad económica del sistema financiero nacional.
¿Para qué se adopta el control de cambio?
- Cadivi explica que el control de cambio se aplica para evitar la fuga de capitales al exterior; evitar el aumento de los precios, producto de la devaluación de la moneda nacional; defender el valor del Bolívar frente a ataques especulativos; ejercer un control sobre cierto tipo de importaciones, que podrían considerarse no prioritarias, y evitar una demanda excesiva de divisas que sobrepase las necesidades reales de la economía nacional.


Fuente: María Ramírez Cabello

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